Tras el histórico empate de Honduras en el estadio Azteca ante la selección de México y que significó la clasificación de la representación nacional a la hexagonal final rumbo al Mundial de Rusia 2018, lo primero que hicieron los futbolistas hondureños fue darle gracias a Dios.

Como es costumbre en cada juego de la selección los jugadores en lugar de festejar, se formaron en un círculo, doblaron rodillas y dieron gracias al Divino Creador del Universo por lograr uno de los objetivos.

Los catrachos finalizaron segundos del grupo A, con 8 puntos por detrás de México que hizo 16 unidades y finalizó primero y de forma invicta.

Las otras selecciones de la llave, Canadá y El Salvador quedaron en el camino, los norteamericanos hicieron 7 unidades; mientras que los centroamericanos 2.