Argentina abrió una página de oro en su fútbol sala al proclamarse campeona del mundo por primera vez, tomando el relevo de España y Brasil, los únicos que habían podido conquistar la corona. Un título que unen al de campeones de América logrado en 2015.

La Albiceleste cumplió su sueño derrotando a Rusia en un partido en el que supo marcar en los momentos clave. En una primera parte muy igualada, Eder Lima fue el primero en golpear a los 16 minutos, pero sólo 26 segundos después Alamiro Vaporaki devolvía la igualada. Poco antes del descanso, los rusos cometieron su sexta falta y Cuzzolino supo aprovechar para hacer el 1-2.

Los de Skorovich salieron con fuerza en la segunda parte y de nuevo Eder Lima marcó la diferencia con un reverso y un disparo a la escuadra. Pero la alegría, de nuevo, duró bien poco. Esta vez fueron 17 los segundos que tardó en marcar Argentina, esta vez por medio de Alan Brandi, que un minuto después repetía tras una gran jugada colectiva.

Dos tantos que dejaron muy tocada a Rusia, que una vez se ahogaba en la orilla. Los rusos, muy efectivos durante todo el torneo, perdieron su entereza y no encontraron ningún hueco en la rocosa defensa argentina. Ni siquiera el portero-jugador les dio resultado. Incluso así llegó el quinto, obra de Constantino Vaporaki desde su campo.

Aun así, los rusos no se rindieron, en el último minuto marcaron Lyskov y Eder Lima, este de doble penalti a falta de sólo 19 segundos, pero no fue suficiente. Argentina es la nueva campeona.