REDACCIÓN: El ONCE HN
En los últimos años, Olimpia no ha tenido el éxito que presumió durante toda su historia y su afición está molesta por la sequía que comienza a agranderse en la Liga Nacional.
Hoy a nuestro propio CRITERIO te daremos algunas razones que pueden desencadenar en este gris episodio del conjunto merengue, que no está acostumbrado a este tipo de situaciones de “vacas flacas”.
Todo comenzó a desencadenarse en el Apertura 2013, donde buscaban el pentacampeonato, ocho meses después de la salida del argentino Danilo Tosello.
Para 2014 llegaba Héctor Vargas para tomar las riendas del club. Su paso dejó tres títulos, incluida la famosa “30”, que es la última conseguida hasta día de hoy en el campeonato local.
Desde el triunfo contra Real Sociedad en la final del Clausura 2016, Olimpia se ha quedado al margen de las finales tras caer en dos oportunidades con Motagua y una con el Honduras Progreso.
No solamente se trató de un bajón en el ritmo de un trofeo nacional por año, el equipo iba perdiendo la identidad. A pesar de quedar líder en varias ocasiones, olvidó algo fundamental en el camino: jugar partidos importantes.
Dejaron de ser aquél equipo que era especialista en instancias decisivas, llegando a perder ese “push” necesario e incluso su denominada “casta de campeón”.
No sabemos a ciencia cierta donde nacen los problemas que acarrean los melenudos, quizá sea en el bajón del estándar de calidad aceptado en cuánto a los elementos que visten sus colores dentro la cancha.
El Estadio Nacional ya no es más ese terreno sagrado e inexpugnable, donde salir derrotado por 0-1 era una grata sorpresa, salvo pequeñas excepciones, pero un logro al fin. Hoy cualquier llega, toca la puerta y se lleva los tres puntos.
Carlos Restrepo asumió tras el adiós de la Era Vargas y tuvo su carta de presentación: ganar la Liga de CONCACAF, primer título internacional en muchos años para los capitalinos.
Sin embargo, coincidió con el pésimo fútbol desarrollado bajo su mando. No estamos tratando de culpar al colombiano, pero el grupo se mostró mal y lo continúa haciendo.
La eliminación en la Concachampions es el nuevo punto negro en el Olimpia, este Olimpia que no levanta cabeza y hace pensar seriamente a su afición que por cuarto torneo consecutivo no levantará la copa.
En nuestra opinión, su futuro se definirá según lo que suceda en sus duras visitas al Estadio Francisco Martínez Durón y al Estadio Yankel Rosenthal.