REDACCIÓN: Futbolete

Se fueron unos sueños, pero se persiguen otros. Esa fue una de las grandes reflexiones que dejó el seleccionador de Uruguay, Óscar Tabárez, quien confirmó también que con esta eliminación termina su contrato como entrenador de La Celeste.

Sin embargo, eso no significa necesariamente que no vaya a seguir en el cargo. En la conferencia de prensa posterior a la derrota charrúa por 2 – 0 frente a Francia en cuartos de final, Óscar Tabárez fue interrogado sobre su permanencia en el cargo.

Mentor de una generación valiosa en la historia del fútbol uruguayo y culminado su cuarto mundial como entrenador (los tres últimos en forma consecutiva), Óscar Tabárez no se refirió al tema. Lo eludió, descargando esa responsabilidad en quienes de verdad deben tomar esas decisiones, que son los dirigentes del fútbol en ese país.

“A mí hoy se me terminó el contrato (Uruguay). No voy hablar del tema de la continuidad porque no me corresponde a mí hacerlo”, dijo el seleccionador, dejando entrever que en el fútbol, como en cualquier otro trabajo, la decisiones acerca de renovaciones de contrato y demás detalles contractuales corresponden a los jefes.

Tabárez tiene 71 años, dejó la puerta abierta para seguir, pero también será un tema que pase por su salud. Desde hace unos años el técnico sufre de una enfermedad que afecta la movilidad de sus piernas. De cualquier forma, sigue vigente, con su bastón y una forma de ver el fútbol por las cual se ha ganado el respeto de los uruguayos. Es un ídolo.

Sobre la eliminación en el Mundial, el técnico lamenta la caída, pero visualiza el futuro: “Nuestro sueño llegó a su fin, pero el hecho de que la copa del mundo se acabe no significa que no podamos hacerlo bien en la Copa América. Tenemos nuevos sueños que vamos a tratar de hacer realidad”.