REDACCIÓN: El ONCE HN
La Selección Sub-23 de Honduras volvió a los trabajos en San Pedro Sula con el segundo microciclo al mando de Fabián Coito, quien sumó piezas importantes y mantuvo la esencia de la semana anterior.
En el entrenamiento destacaron las incorporaciones de Eduard Reyes, quien disputó las semifinales de la Liga Nacional con los Lobos UPN, Christopher Meléndez, jugador de las reservas del Motagua, y la más sobresaliente se posó en Rigoberto Rivas.
Rompiendo cualquier esquema de lo usual, el estratega charrúa lo convocó para tener conocimiento de sus habilidades y aptitudes que lo tienen jugando en Italia a tan joven edad.
Vale destacar que no tuvo su mejor campaña con el Ternana Calcio y su futuro dependerá de la decisión que tome el Inter de Milán. No obstante, siempre expresó su deseo de representar la H y con tremendo futuro enfrente, valía la pena llamarlo para que se pruebe.