REDACCIÓN: FIFA
Lo habían anunciado como “Le Grand Match” y, en todos los sentidos, el choque entre Francia y Estados Unidos ha estado a la altura de la expectación creada.
Desde la velocidad vertiginosa del juego, hasta la altísima calidad que han ofrecido los dos contrincantes, pasando por el magnífico ambiente creado en las gradas, todos los aspectos del encuentro se han aunado para brindar un partido descomunal. Por consiguiente, una jugadora como ninguna para las grandes ocasiones, la estadounidense Megan Rapinoe, ha acaparado todos los titulares.
Francia contribuyó sobremanera a hacer de este partido un choque espectacular: el remate de cabeza de Wendie Renard en las postrimerías del encuentro puso al público en pie y dio paso a un final de infarto. Sin embargo, mañana será el rostro de Rapinoe el que ocupe las portadas y contraportadas de los periódicos, por el doblete que ha llevado a su equipo a ganar el partido y a concertar una cita de altura con Inglaterra el próximo martes.
De nuevo, Estados Unidos ha empezado un partido a una velocidad frenética y, a pesar de los esfuerzos de las francesas, las chicas de Jill Ellis nunca aflojaron el paso.
Las estadounidenses han mantenido la tónica de ver puerta en los primeros 12 minutos de todos y cada uno de los partidos que llevan disputados en Francia 2019, y el gol de tiro libre de Rapinoe hizo tambalear la confianza de las anfitrionas.
Estados Unidos se mantuvo siempre firme, sin abandonar ni un instante su planteamiento táctico, y desde el primer segundo presentó a Francia un juego ofensivo muy veloz. Este planteamiento es el que también podemos esperar en su choque con las inglesas en Lyon.
Les Bleues han conseguido por fin aprovechar al máximo su principal baza, su calidad a balón parado, con el gol de Renard. Pero, para entonces, era ya tarde. Como ha sido habitual en esta fase final, Kadidiatou Diani ha estado fantástica en la banda derecha, por donde, sin embargo, las estadounidenses, y en concreto Rapinoe, han castigado duramente a las anfitrionas.
Las defensoras del título han jugado a una velocidad increíble y, si bien lucharon hasta el final, Les Bleues no fueron capaces de mantener el ritmo.
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