REDACCIÓN: Diario AS

Jonathan Barnett, agente de Gareth Bale, ha cerrado un acuerdo con el club chino Jiangsu Suning para que el delantero juegue allí las tres próximas temporada. Sin embargo, aún continúa la negociación con el Real Madrid, que está tratando los flecos de la operación.

El dinero de China ha acabado por convencer al jugador. En el Madrid percibe 14,5 millones de euros netos al año y en el Jiangsu pasará a cobrar 25 si finalmente se cierra el acuerdo entre clubes. En estos momentos, la cifra sobre la que se negocia es la de veinte millones más variables, una cantidad muy inferior a la que hace unos meses barajaba el Madrid para el traspaso del futbolista,

La primera oferta del club chino fue de un contrato de dos años, a razón de 17 millones de euros cada uno, y 22 millones para el Real Madrid, que pagó por el futbolista, en el momento de su fichaje, 101. La propuesta fue desestimada. Ahora ha aumentado su oferta y Jonathan Barnett, el agente del galés, ha dado el OK. Sin embargo, todavía no ha sido aceptada en todos sus términos por el Madrid. La negociación continúa.

Prácticamente el mismo día en que se conocieron las primeras negociaciones, el club chino comenzó a seguir al futbolista en Instagram, un hecho que llamó poderosamente la atención toda vez que únicamente lo hace con 34 personas. Horas después dejó de seguirle.

El Jiangsu cerró, precisamente este viernes, el fichaje del excentral del Atlético Joao Miranda, procedente del Inter.

De confirmarse su salida, Bale dejaría el Real Madrid seis temporadas después de haberse convertido en el fichaje más caro de la historia blanca. El galés ha jugado de blanco 231 partidos oficiales, ha marcado 102 goles, ha dado 65 asistencias y ha dejado imágenes para el álbum madridista como aquella carrera prodigiosa con Bartra que dio una Copa del Rey o su gol en la final de la Décima. También ganó 14 títulos.

Sin embargo, su trayectoria en el Madrid ha estado marcada por una falta de regularidad provocada por sus recurrentes lesiones, sobre todo en el sóleo (sólo ha jugado el 53% de los minutos posibles) y una actitud que ha llegado a desesperar al Bernabéu y a un Zidane que le hizo la cruz en su última temporada antes de dimitir. En su regreso al Madrid, el entrenador francés no cambió de opinión y comunicó tanto a la directiva como al jugador que no tenía cabida en el próximo proyecto.