REDACCIÓN: El ONCE HN
“De tal palo tal astilla”, dice un viejo adagio popular. La sangre azul está corriendo en las venas de la familia Vázquez, y claramente estrechamente ligados al fútbol.
Diego Vázquez debe sentirse orgulloso de transmitir el ADN de Motagua a sus hijos. Thiago, el mayor, sigue los pasos de su padre como arquero y Matías, el segundo, está dando los primeros con el club.
El mediocampista integra el plantel sub-15 de los azules, donde varios aficionados catalogan comienza a mostrar “magia” con el dorsal número 16 en su espalda.
Recientemente empataron 2-2 contra la Academia AFFI en el Estadio Emilio Williams Agasse de Choluteca, y aunque no pudo marcar si lo hizo como titular en las acciones.
Veremos la evolución que tenga el hijo de Diego, y saber si podrá escalar hasta el primer equipo en algún momento de su juvenil carrera.