El medio español “Mundo Deportivo” puntualizó las razones por el cual la Selección de Honduras cayó injustamente 1-0 ante Rumania, resaltando estadísticamente el dominio catracho que no puedo ser traducido en goles.
La falta de puntería de sus delanteros y el infortunio de un gol en su propia portería del lateral Elvin Oliva condenaron a Honduras en su estreno en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 contra Rumanía, que recogió el tanto inesperado y supo gestionar la ventaja con cabeza fría para llevarse el duelo (0-1).
Ni 13 disparos, tres de ellos a portería, sirvieron a una selección hondureña que siempre encontró un obstáculo de cara al gol: el portero rumano Marian Aoani, el defensor Virgil Ghita que sacó un disparo de Jorge Benguché bajo palos, o la propia incapacidad del conjunto centroamericano, caído ante una Rumanía sin su estrella Ianis Hagi, hijo del célebre Gheorge Hagi y no autorizado por el Glasgow Rangers escocés para viajar a Tokio.
Fuera por el gol o por algún problema físico, Guity fue sustituido en el intermedio por el arquero suplente Michael Perelló, y Honduras salió al ataque, pero sin tener las ideas claras ni generar peligro de envergadura en la meta rumana.
Rumanía se dedicó a esperar y buscar la sentencia al contragolpe. Antonio Sefer, uno de los recién incorporados, obligó a Perelló a protagonizar un paradón con un zurdazo. Ni la atajada de su portero animó a una Honduras que no encontraba las vías al gol, salvo por disparos aislados de Reyes, en un partido de final algo bronco en el que el resultado no se movió.