Fuentes del Barcelona confirmaron que esperarán al finalista, que saldrá del Alavés-Celta de esta noche, para consensuar la sede de la final. El Barça no quiere pronunciarse antes porque considera que sería “un acto de prepotencia” con el futuro rival.

Además, el Barça conoce el ofrecimiento del Atlético de Madrid para que el Vicente Calderón sea la sede de la final y en principio no lo ve con malos ojos pero todo parte de la primera premisa: esperar que haya un clasificado para la final para ponerse de acuerdo con él.

El Barça, como siempre, apostará por el estadio de mayor capacidad, más cómodo y cuyo desplazamiento sea más cómodo para las dos aficiones. Ahí, lógicamente, entrarían estadios como el Santiago Bernabéu, tal vez San Mamés o el mismo Camp Nou. Ya hace dos años, la final se jugó en Barcelona con victoria azulgrana por 3-1.