REDACCIÓN: El ONCE HN
En una entrevista con “Kawas Cocina” Jerry Palacios confesó que el fallecimiento de su hermano, Edwin Palacios, le afectó su rendimiento en un Olimpia que le enseñó muchas cosas en el proceso.
El ex-delantero se confesó en aquel programa, recordando que su esposa y dos hijos fueron secuestrados, algo que pocos supieron en el momento. Gracias a Dios todo salió bien y hoy en día goza de su familia.
Golpeado por el adiós de su hermano: “Lo de mi hermano me dolió, me impactó mucho, y mi nivel se vino para abajo. De Olimpia me mandaron para el Vida, metía goles allá y me devolvían, pero me quedaban ocasiones claras de gol y no las anotaba, entonces me volvían a prestar”.
“Solicitaba salir a préstamo porque sabía que un salario no me haría un gran jugador, estar sentado y solo cobrar no era mi mentalidad, quería demostrar que tenía talento”, añadió.
Lo que aprendió: “Siempre estoy agradecido con Olimpia porque ahí me desarollé como un futbolista, y me enseñaron a ser un ganador, me tocaron el orgullo que cuando uno quiere, se puede, y muchas veces me levanté”.
“Por eso me perdía de la Selección Nacional, siempre resurgí como el ave fénix y fui al Mundial, dos veces, gracias a Dios tuve el carácter para poderme reponer”, acotó Jerry.
Confesión personal: “Antes de irme a Alajuelense, en esa época viví algo muy duro porque me secuestraron a mi esposa y a dos de mis hijos, al mayor (6 años) y el menor (1 semana), la interceptaron en la UPN, y me cayó la llamada para decirme que la tenían secuestrada”.
“Tenía entrenamiento (con Marathón), me quedé en el carro en shock, y me pregunté porqué, otra vez, porqué nosotros. Le comenté al Primi Maradiaga y me dijo que me fuese a arreglar el asunto”, aseveró acongojado.
Todo salió bien: “Negocié con esas personas, y gracias a Dios me los devolvieron con bien”.