Algo ha cambiado en el Barça desde el 4-0 encajado en París. Una vez cumplido el luto ante el Leganés con un 2-1 al límite en el que los azulgranas parecían estar en depresión absoluta, los azulgrana han reaccionado y han hecho trece goles en los últimos tres partidos.
Su ánimo ha cambiado y entre parte de la afición azulgrana se empieza a creer en que, por qué no, la remontada es posible. Estas son una serie de razones por las que se puede pensar que levantar un 4-0 no es una utopía.
El cambio táctico. El 4-0 ante el PSG demostró que el 4-3-3 estaba oxidado en el Barça. Los automatismos del equipo se habían vuelto demasiado previsibles y los rivales le cogían con facilidad las vueltas a los culés. El Barça ya no creía en lo que hacía. Ejecutaba todas sus acciones como si su juego fuera un funcionariado, pura burocracia y cero inspiración. Luis Enrique se metió en el despacho y le dio una vuelta a su equipo. El Barça sigue defendiendo 4-4-2 como desde principio de temporada pero ahora se despliega 3-4-3. Uno de los defensas (Busquets ante el Sporting, Sergi Roberto ante el Celta y Atlético por ejemplo) se incrusta en el centro del campo. Messi hace de mediapunta y Rafinha se acuesta en la banda derecha. El Barça gana un jugador para atacar.
Messi. Está tremendo después de su mal partido en París. Desde la noche de autos en el Parque de los Príncipes, el argentino ha marcado cuatro goles pero, sobre todo ante el Celta, se le vio volar sobre el campo. Ha hecho gol en once de las últimas doce jornadas de Liga con dos dobletes incluidos.
Neymar. También parece otro jugador con la nueva disposición táctica. Parte de la izquierda también, pero parece menos encorsetado. Está más atrevido y también ha recuperado el gol. Ha marcado en las dos últimas jornadas.
La segunda unidad. Rafinha, Rakitic, Sergi Roberto… Futbolistas que venían pareciendo insustanciales en los últimos tiempos han dado un paso adelante en los últimos partidos, especialmente el brasileño. Crean nuevas variantes ofensivas y parecen más frescos de piernas.
Liberación. Luis Enrique habló de sentirse “aliviado” después de anunciar su marcha en junio. En los jugadores, la confirmación también parece haber tenido un efecto positivo, como si estuvieran dispuestos a hacer un último esfuerzo por el asturiano.
Camp Nou caliente. El cien por cien de la afición y el entorno daban por cerrada la eliminatoria hace muy pocos días. Sin embargo, la manera de desatarse del Barça, y especialmente de Messi, ante el Celta, ha garantizado al menos unos cuantos días de ilusión en la ciudad y ha asegurado un ambiente de excepción en el coliseo azulgrana este miércoles a las 20:45 horas.