REDACCIÓN: El ONCE HN

En la Liga Mayor de Honduras se ha vivido un bochornoso momento durante las semifinales departamentales de Intibucá, donde el árbitro central terminó agredido por uno de los jugadores.

En Jesús de Otoro se disputaba el encuentro entre La Pedrera y Valiente, siendo este el último que avanzó por reglamento (global 4-4). No obstante, las acciones finalizaron con la polémica y disturbios.

Resulta que el tocapitos estaba señalando un penal a favor de Valiente y significó la expulsión del portero contrario, que perdió los estribos arremetiendo con golpes hacia la “autoridad”.

Los narradores del partido destacaron que esto no puede seguir sucediendo en nuestro fútbol, teniendo toda la razón. El agresor debería ser suspendido por un buen tiempo de todas actividades profesionales o semiprofesionales.

Valiente jugará la final departamental contra CD El Carmen.

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