Neymar no jugará el Clásico. El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol le impuso un partido de suspensión por la doble tarjeta amarilla que vio en el partido frente al Málaga y dos más por aplaudir, cuando ya estaba en la banda, al cuarto árbitro del encuentro.
El Comité le aplica el grado mínimo recogido en el artículo 117 del Codigo Disciplinario de la FEF y que dice: “Dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración siempre que la acción no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por un tiempo de un mes”.
La redacción de acta prácticamente dejaba sin escapatoria al brasileño porque Gil Manzano reflejó así los hechos: “”En el minuto 65 el jugador (11) Da Silva Santos J, Neymar fue expulsado por el siguiente motivo: doble amarilla”. Y en otras incidencias recoge: “(Jugador: Neymar Da Silva Santos J) Tras ser expulsado y cuando iba a entrar en el túnel de vestuarios, se dirigió al cuarto árbitro aplaudiéndole”.
El Barcelona, en sus alegaciones, admitió que Neymar aplaudió al cuarto árbitro, pero rechaza la expresión “se dirigió”, pues advierte que “el jugador no pronunció palabra alguna, ni advirtió, ni gritó, ni tocó, ni de ninguna otra manera aludió con palabras o gestos al estamento arbitral, limitándose su acción a aplaudir”.
El Barcelona recurrirá ante el Comité de Apelación buscando una rebaja en el castigo. Neymar no podrá jugar, si no se revisa la sanción, frente a Real Sociedad, Real Madrid y Osasuna. Sólo el segundo lo jugará el Barça lejos del Camp Nou.