A partir de 2010 el fútbol hondureño conoció algo llamado el “efecto Andy Najar”, como se denomina a los casos de aquellos jugadores de sangre catracha formados en Estados Unidos y sin previo paso por la Liga Nacional.
Casos similares ocurrieron antes con Ramón Núñez y Roger Espinoza, pero sin el dramatismo ni la exposición mediática que la historia de Najar, quien debió atravesar por dos días a pie el desierto de Texas, cuando apenas tenía nueve años, para llegar a Estados Unidos y reunirse con su familia.
Desde entonces han surgido hondureños en circunstancias similares, pero pocos con el talento de los hermanos José y Víctor Alvarado, a quienes su entrenador Paul John Hemmers ha bautizados como las “nuevas joyas del fútbol hondureño en Estados Unidos”.
Hemmers asegura que estos muchachos están ya para jugar en la sub-20 de Honduras, que dirige Carlos Ramón Tábora en su camino al Mundial de Corea del Sur 2017.
“Tienen una chispa diferente, hace dos años que trabajan conmigo y sobresalen por encima del resto. He visto partidos de la sub-17 y la sub-20 de Honduras y no tengo dudas. No voy a arriesgar mi carrera recomendando a jugadores que no tienen capacidad comprobada. Poseen una dinámica bárbara”, explicó en perfecto castellano el técnico de estos catrachos en el equipo Treasure Coast de Miami.
Incluso, les tiene tanta fe que fue más allá y redobló la apuesta al compararlos con los hermanos mexicanos Giovanni y Jonathan Dos Santos, forjados en la cantera del FC Barcelona de España.
“Ellos pueden ser el orgullo de Honduras, tienen pasaporte hondureño y están listos para viajar cuando nos lo indiquen. Tengo 40 años involucrado en el fútbol y más de 14 años de entrenar y nunca vi jóvenes con tanta calidad, definitivamente tienen un don”, sentenció Paul John Hemmers, quien conoce bien el fútbol hondureño, pues vivió muchos años en Islas de la Bahía, y es estadounidense por nacimiento.
Ambos nacieron en Santa Cruz del Potrero, una pequeña aldea del departamento de Olancho, pero debieron emigrar hace siete años juntos a sus padres buscando un futuro que Honduras no podía darles. El mayor, José, tiene 17 años y cumplirá 18 en noviembre; mientras que Víctor tiene 16 años y arribará a los 17 en diciembre.
Su sueño es uno solo, pero tiene dos componentes: triunfar como jugadores profesionales y vestir la camiseta de la selección nacional de Honduras, ya que aseguran que aunque tienen siete años de vivir en Estados Unidos su corazón catracho no se ha visto alterado en lo absoluto.
“Quiero jugar en la selección de Honduras de menores porque creo estar listo, si me ayudan pienso que tengo condiciones para llegar y hacer las cosas bien. Juego de volante y delantero; además de anotar doy asistencias y tengo buena pegada desde afuera del área.
“La temporada pasada anoté como 15 goles. Este es mi último año de High School y espero obtener una beca universitaria gracias al fútbol”, expresó José Alvarado, muy emocionado ante la posibilidad de ser tomado en cuenta para las selecciones menores de Honduras.
Víctor, por su parte, manifestó: Me gustaría vivir una historia similar a la de Andy Najar. Tengo muchas ganas de ser futbolista profesional y creo que puedo lograrlo. Si me tocara escoger a qué selección representar entre Honduras y Estados Unidos no tengo dudas que elegiría a Honduras. Quiero darle las gracias a Paul porque me ha ayudado mucho a mejorar”.
Solo el tiempo dirá si estos dos proyectos terminan siendo cracks de la selección de Honduras o quedan en promesa incumplida, pero mientras José y Víctor escriben su propia historia seguirán esperando un llamado e ilusionándose con vestir esa sagrada camiseta azul y blanco, que está a la espera de encontrar muchachos dignos de portarla.
PERFIL
Nombre: José Alvarado
Edad: 17 años
Altura: 1.75 metros
Puesto: Volante y delantero
Pierna hábil: derecha, aunque patea bien con las dos
Aficionado de: Olimpia
PERFIL
Nombre: Víctor Alvarado
Edad: 16 años
Altura: 1.70 metros
Puesto: Volante
Pierna hábil: izquierda, aunque patea bien con las dos
Ídolo: Carlo Costly
FUENTE: Diario Más