Entrada ya en la última semana del año, al barcelonismo hay una situación que sigue incomodándole; la renovación de Lionel Messi, que pinta a densa y complicada. Hubo hasta ahora unos primeros contactos que no pasaron de unas simples llamadas.

El Barça sabe hasta dónde puede llegar (35 millones netos por temporada), mientras que el jugador maneja toda la información de cómo y por cuánto firmaron sus compañeros y rivales, Cristiano Ronaldo incluido, además de conocer los deseos de equipos como el Manchester City o el PSG en reclutarlo para el futuro.

El Barça lo va a dar todo. Josep María Bartomeu parece tenerlo todo estudiado, se siente tranquilo, confiado y sobre todo, respaldado. Desde Luis Enrique a Xavi, pasando por Iniesta, Suárez, Piqué o Neymar han pedido públicamente al argentino que firme su renovación con el Barça. No lo ven (o no quieren) con otra camiseta que no sea la azulgrana.

“El día que se anuncie su renovación será para celebrarlo�, dijo Luis Enrique, mientras que Neymar dijo estar “seguro� de que firmará. Suárez le quiso dar tranquilidad (“ya es mayor para decidir�), a la vez que Xavi afirmó que a Messi “lo veo feliz y contento. No he hablado de la renovación, pero sabe que el Barcelona es el mejor club del mundo para él y no lo veo en otro club�.

En junio de 2005 amplió su primer compromiso hasta el año 2010, aunque dos meses después, ante el riesgo de fuga, Joan Laporta, le volvió a subir el sueldo. Este contrato duró hasta 2007, cuando llegó la tercera renovación. Ahí firmó hasta 2014 y la cláusula ya subió hasta 150 millones. Al año siguiente llegó una nueva mejora de contrato. Luego, sintiéndose importante en todos los sentidos, cerró el primer triplete de la historia (luego el sextete), cosa que le supuso, de nuevo visitar el despacho presidencial.

Era 2009 y hasta 2012 la cosa se mantuvo tranquila hasta 2014. En junio de ese año y justo antes de irse vacaciones amplió hasta 2018, el contrato que ahora todos quieren volver a renovar: sería la octava ocasión.