El Madrid perdió el ángel frente al Celta y Cristiano Ronaldo, el gol. Si hubo algún jugador al que se vio incómodo y desesperado en la derrota ante los de Berizzo fue al portugués.
Cierto es que jugó como nueve y todavía sigue ‘verde’ en este nuevo oficio al que parece estar destinado, pero también lo es que el ‘7’ no ha empezado fino este 2017. Más allá de los números (lleva dos goles, uno de ellos de penalti, en tres partidos), a Cristiano se le ve lejos de su mejor versión física. Y no es algo nuevo ya que el mes de enero, tradicionalmente, se le atraganta al crack blanco.
Cristiano ha marcado en el Real Madrid 382 goles en 370 encuentros, es decir, más de un gol por partido (1,03). Un promedio al que sólo ha sido fiel en enero en una de sus ocho temporadas de blanco.
Salvo en la 2012-13, donde marcó diez goles en siete partidos (1,4), en el resto ha estado muy por debajo de su media goleadora. Si Cristiano despidió 2016, haciendo cuatro goles en los dos partidos del Mundial de Clubes, en este mes acumula sólo dos en tres partidos, 0,6 por choque.
Un escenario que es muy similar al que vivió el portugués hace dos temporadas, cuando el Madrid de Ancelotti empezó a desmoronarse en enero después de ganar el Mundialito y encadenar una racha de 22 triunfos seguidos.
Antes del parón navideño de 2014, Cristiano promediaba promediaba 1,5 goles por partido (30 en 20 encuentros); en enero su media bajó a 0,6 (cuatro tantos en seis choques). Y, como este año, acababa de recibir el Balón de Oro.