Los milagros no pueden darse siempre que uno quiere, y el Real Madrid ahuyentó cualquier tipo de fenómeno paranormal que pudiera darse en Málaga para ser campeón de Liga.

Lo hizo además con un triunfo convincente en La Rosaleda (0-2) con goles de Cristiano y Benzema para así celebrar un título que ha tenido que trabajarse hasta el final.

El tanto del portugués justo al iniciarse el encuentro permitió a los blancos afrontar con mayor tranquilidad el resto del encuentro ante un Málaga combativo, pero falto de acierto para que en Barcelona pudieran soñar.

De este modo, el conjunto blanco, el más laureado en cuanto a campeonatos domésticos se refiere, rompe así con su mala racha con su trigésimo tercera Liga, después de cinco años sin coronarse.

La fiesta no termina aquí. La temporada puede ser legendaria al tener la posibilidad de lograr un doblete que se le resiste desde 1958.