No hay mal que cien años dure. Tampoco en el fútbol. Los peores años de la historia reciente del Parma están año tras año convirtiéndose en pasado. En la temporada 14/15, el conjunto emiliano encadenó varios desastres tanto deportivos como económicos. Las derrotas en el terreno de juego iban de la mano de una situación de quiebra que confirmó los peores presagios.
Así, en junio de 2015 se oficializó la desaparición de un conjunto histórico del Calcio y la posterior refundación del nuevo Parma Calcio 2013 en Serie D, cuarta división italiana.
El 5 de septiembre comenzó el renacimiento de los ‘crociati’, en Arzignano y jugando en una categoría amateur. Con Nevio Scala como líder del nuevo proyecto ‘parmigiano’ nada podía fallar y, en solo una temporada, el Parma logró el ascenso directo a Serie C.
En un año de récords, certificaron la promoción varias jornadas antes del final y acabaron el curso sin haber conocido la derrota.
En este equipo que en los años 90 hizo las delicias del fútbol europeo ya no están Buffon, ni Cannavaro, ni Zola, ni Cassano, ni Verón, ni Crespo ni Asprilla. Pero la esencia permanece bajo el espíritu guerrero de Alessandro Lucarelli, que nunca abandonó el barco pese al descenso. No podía ser casualidad que fuese él quien marcase el penalti decisivo para disputar la final del Play Off.