Michael Chirinos mostró su proyección social con un niño que fue adoptado por las calles de Tegucigalpa tras quedar solo con el fallecimiento de su abuelo.
Guelo, apodo del niño, expresó que sus sueños máximos son aprender a leer y escribir, y también, conocer a su ídolo en el Olimpia… Chirinos.
El jugador olimpista conoció esta historia particular y accedió a visitar a su admirador. Cuando Guelo lo vio llegar corrió a darle la mano, pero recibió un abrazo fuerte por parte del futbolista.
Una vez que lo abrazó, le preguntó su nombre, se agachó y le contó cómo en repetidas ocasiones fue despreciado en las reservas hasta el punto de querer dejar de jugar fútbol.
Le dijo que pese a estar triste nunca dejó de soñar, eso sí, le pidió que dejara algunos de sus vicios para comenzar a perseguir sus sueños, además le prometió llevarlo a un partido del Olimpia en el Nacional junto a él, eso y depende de cómo mejore su comportamiento para brindarle una oportunidad y así que puede probarse en las reservas.
Tras escucharlo, casi con lágrimas de alegría el niño no salía del asombro, le habló a Chirinos sobre lo dura que es la calle, sus sueños de salir adelante y el amor que tiene por la camiseta blanca. Guelo no pidió mucho, se limitó a escuchar a su ídolo, en su mente tal vez pasó la imagen de verse junto a él atrás de un balón.
Una oportunidad para educarse un poco y salir de la situación en la que está, eso es lo que desea el pequeño seguidor del León.
FUENTE: Diario El Heraldo