Neymar, ya mundialista con Brasil, regresó a París tras el partido de la canarinha frente a Colombia y en su primera sesión preparatoria a las órdenes de Unai Emery tras la doble jornada con la selección recibió la sorpresa de conocer a su nuevo compañero, Kilyan Mbappé. Y la buena relación entre ambos se descubrió de inmediato.
Los dos futbolistas, que coincidieron en el vestuario antes del entrenamiento, mostraron en el césped de la ciudad deportiva de Saint-Germain-en-Laye una complicidad muy especial, enseñando a todos los periodistas que acudieron al entrenamiento imágenes muy destacadas, y dando a entender que la apuesta del PSG por el fichaje de ambos ha sido un total acierto.
El joven delantero francés, que se presentó este mismo miércoles dando a entender su “ambición” absoluta por sumarse a un proyecto ganador, no ocultó en ningún momento su deseo de integrarse lo más rápidamente posible en el vestuario de su nuevo equipo.
Eso se notó no solo a la hora de los ejercicios, sino, también, en el buen carácter que mostró. Y en sus ganas de intimar con Neymar, que no escondió tampoco su deseo de conocer deportivamente a su nuevo colega, no demasiadas horas después de volver a cargar contra el presidente del Barcelona Josep María Bartomeu.