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Lionel Messi se mantendrá en duda para el partido del Barcelona en el Sánchez Pizjuán del sábado hasta el último momento. El futbolista argentino, ausente en los dos choques de la selección Albiceleste, frente a Italia y España, por fatiga muscular y dolencias en los isquiotibiales, se pondrá en manos de los servicios médicos del club azulgrana antes de decidir su presencia ante el Sevilla.
Mientras Valverde ya podrá contar con Semedo y Denis Suárez, Messi y Sergio Busquets personalizarán las grandes incógnitas de la plantilla de cara a un partido que se contempla como casi definitivo en la carrera hacia el título de Liga. Y si alrededor de Busquets creció en los últimos días el optimismo respecto a su recuperación, con el ‘10’ la situación se sospecha contraria.
El entrenador azulgrana se afirmó “tranquilo” con el estado de su estrella, trasladando al jueves cualquier opinión cuando “hablemos” personalmente. Padrino de un libro solidario, Valverde mantuvo la calma ante la alarma que, sabe, existe alrededor de Messi después de conocerse que arrastra molestias desde hace semanas, y quedando al margen de las especulaciones que apuntan a que no juegue en Sevilla para volver al equipo en el duelo de Champions frente a la Roma.
De esta manera, y a la espera de confirmar el buen estado de forma de Ter Stegen, quien no jugó con Alemania frente a Brasil por unas molestias de rodilla desveladas por Joachim Löw, y Gerard Piqué, quien volvió a mostrar dolores en su rodilla en el partido del Metropolitano, alrededor del vestuario azulgrana solamente se está pendiente de Messi.
Rakitic ya mostró estar en disposición de ocupar la plaza de Busquets con total confianza y en caso de que el canterano no estuviera plenamente recuperado Valverde no correría ningún riesgo con él, quedando así el papel del crack argentino en el escenario.
Messi solventó no correr riesgos innecesarios con la selección y de esta manera, sin contar el partido de Sevilla, habrá disfrutado del mes de marzo con menos partidos que se recuerda. Jugó frente a Las Palmas, Atlético y Athletic en Liga y Chelsea en Champions, no viajando a Málaga por su paternidad y descansando en esos dos duelos de Argentina.
A dos meses de acabar una temporada que en el Camp Nou se sueña sea histórica (como en 2009 y 2015) y 11 semanas antes de comenzar el Mundial de Rusia, Leo Messi atiende como nunca hizo a su forma física, al descanso necesario de un esfuerzo y a cualquier sospecha de lesión.
A la vista de ello, aunque nada se sabrá hasta el viernes por la tarde, no sería una sorpresa que el ‘10’ quedase fuera del partido en el Sánchez Pizjuán, el el desplazamiento, sobre el papel, más incómodo que le resta al Barça en un campeonato de Liga para el que es, de forma indiscutible, el único favorito.