REDACCI脫N: El ONCE HN
Una decisi贸n arriesgada tomaron en la directiva del Marath贸n. Trasladaron la gran final de la primera divisi贸n de Honduras al Estadio Yankel Rosenthal, un recinto con aforo reducido.
Le echaron m谩s sal a la herida con unos precios exagerados para el f煤tbol nacional, teniendo Sol un costo de 400 lempiras, mientras que Silla era de 1,000 lempiras.
Sin embargo, los aficionados verdolagas entendieron que era una oportunidad 煤nica despu茅s de tantos altos y bajos para un equipo que roz贸 el descenso. Casi nueve a帽os despu茅s acariaban la gloria.
Las grader铆as del estadio lucieron repletas con sus mejores galas: verde, blanco y rojo. Un mosaico antes del juego adorn贸 lo que ya era una gran fiesta deportiva.
Tuvieron que esperar hasta los penales, pero val铆o la pena para cada uno de los parciales sampedranos. Para el club queda una taquilla que sobrepasa los cinco millones de lempiras. 隆脡xito total!