REDACCIÓN: Cortesía
Tegucigalpa ha sido designada por el Diario AS como el “corazón catracho” y no necesariamente territorial, sino que en el fútbol.
TEXTO ÍNTEGRO
Capital de Honduras desde 1880, Tegucigalpa está rodeada de una cadena de montañas y enclavada en el valle. Sede de los poderes centrales del país, de la Iglesia Catedral de San Miguel, la Iglesia Santa María de los Dolores y la Basílica de Suyapa, el templo más grande del catolicisimo en Honduras. Y de la rivalidad más desenfrenada del fútbol centroamericano, la que enfrenta al Olimpia y al Motagua en una guerra civil que divide por la mitad al país.
‘Los Albos’ y ‘El Ciclón Azul’ comparten el Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino, también conocido como el Estadio Nacional de Tegucigalpa, un coloso con capacidad para 35,000 espectadores, con una estructura clásica circular que deja la cancha muy lejos de las tribunas enardecidas. No por eso el ambiente es más frío. Hasta el proceso eliminatorio rumbo al Mundial de Corea-Japón 2002, el Estadio Nacional fue el hogar de la Selección de Honduras. En su césped, ‘La H’ labró historias de drama, derrota y gloria. La más célebre de todas sucedió en 1981, cuando ‘La Bicolor’ clasificó al Mundial de España al empatar a 0 con México y eliminar al Tri de la justa. Una celebración desbordó a un país y unificó los colores blanco y azul de Olimpia y Motagua, históricamente enfrentados, en un frenesí de orgullo nacional. Hoy día, Honduras juega como local en el Olímpico de San Pedro Sula, pero la catedral de su balompié sigue en Tegucipalpa.
Olimpia y Motagua son los clubes más ganadores del fútbol catracho. ‘Los Blancos’ reinan con 30 campeonatos y dos Concacaf Liga de Campeones. Más abajo está ‘El Ciclón Azul’, con la mitad de títulos conseguidos. Los clubes capitalianos mantienen una hegemonía histórica contra sus rivales de San Pedro Sula, Real España y Marathon. Portadores de la misma son los hijos predilectos de Tegucigalpa, como Amado Guevara (el jugador con más representaciones con ‘La H’), Óscar Boniek García (estrella del Houston Dynamo) y Emilio Izaguirre (símbolo del Celtic de Escocia en los últimos años). Tegucigalpa, semillero de talento nacional.
En Tegucipalpa, además, se encuentran varios recintos universitarios que fomentan el deporte amateur en el país. La Universidad Nacional Autónoma de Honduras, y su inmenso campus, alberga varios de ellos. En el lado norte, el Estadio de Béisbol Héctor Chochi Sosa acompaña a la Villa Olímpica, un conjunto de dormitorios para jóvenes atletas auspiciado por el gobierno y las autoridades deportivas del país. En el lado sur, sobre el Boulevard Suyapa, se encuentra el Palacio Universitario de los Deportes, una mini-arena para baloncesto y béisbol, acondicionada para cualquier competencia y con capacidad para 3,000 espectadores. Contiguo al Palacio, se encuentra el Estadio Olímpico José Trinidad, construido entre 2012 y 2014, con gradas azul y oro y una pista de atletismo certificada por la Federación Internacional (IAAF). 7,500 espectadores pueden disfrutar de las competencias en un campo del que saldrán las próximas figuras del deporte catracho.
En su calidad de capital nacional, Tegucigalpa también es sede de la Confederación Deportiva Autónoma de Honduras, el máximo órgano de administración del deporte en el país, al que está adscrita la Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras (FENAFUTH), cuyas oficinas también están en la ciudad.