POSICIÓN 2: Internacionales
REDACCIÓN: Cortesía
FECHA: 26/05/2018
Sigue el idilio del Real Madrid con la UEFA Champions League. Su última final perdida fue en 1981 cuando el torneo aún se denominaba Copa de Europa. En esa ocasión se cayó ante el Liverpool, que en Kiev sucumbió frente a los pupilos de Zinédine Zidane gracias al 3-1 vivido en el NSC Olimpiyskiy tras los goles de Karim Benzema y el doblete de Gareth Bale con una chilena para la historia.
Los equipos salieron al tapete tras una mirada cómplice entre Cristiano Ronaldo y Jürgen Klopp todavía en el túnel de vestuarios, y el Liverpool imprimió una gran presión para tratar de atascar la salida de pelota blanca. En esos minutos, varias pérdidas madridistas derivaron en llegadas inglesas. La más clara, la que tuvieron Roberto Firmino y Trent Alexander-Arnold en el 23′ y ante la que Keylor Navas se tuvo que exhibir.
Después llegaron las lesiones de Mohamed Salah (30′) y Dani Carvajal (36′) para que la primera mitad se fuera por el sumidero con un gran centro de Benzema que Nacho estrelló al lateral de la red.
El francés estaba siendo el jugador del partido gracias a lo que hizo con balón y a lo mucho que aportó sin él. Isco avisó con un balón al larguero tras error defensivo inglés y tres después, en el 51′, Loris Karius sacó de forma precipitada con la mano y Benzema puso la bota para subir el 1-0 al marcador.
Sin ocasiones desde la lesión de Salah, el empate llegó en un saque de esquina botado por el capitán Jordan Henderson que Dejan Lovren ganó por alto y Sadio Mané desvió para evitar la estirada de Keylor.
Isco tuvo otra a media hora para el final antes de la entrada de Gareth Bale. Entró el galés, que tardó tres minutos en dejar boquiabierto al NSC Olimpiyskiy. Marcelo templó desde la izquierda y Bale enganchó una chilena muy arriba para clavar el 2-1 cerca de la escuadra. Espectacular exhibición física en un movimiento que recordó al de Cristiano Ronaldo en Turín este mismo curso.
Mané se estrelló con la madera (69′), pero después el Madrid ganó metros para ir apurando los minutos hacia un nuevo éxito. Pudo hacer el tercero en un pase exquisito de Bale que Benzema enganchó de primeras, pero llegó con un zurdazo del propio galés que Karius no acertó a blocar. Tercera UCL consecutiva para Zinédine Zidane y los suyos, 13ª Copa de Europa del club y otra ciudad que quedará para el recuerdo blanco.