REDACCIÓN: El ONCE HN
Fue el 17 de noviembre de 2015 cuando Luis Garrido se lesionaba gravemente en una jugada fortuita con Javier Aquino en el partido de Honduras contra México en la eliminatoria rumbo a Rusia 2018.
Tras el suceso en Olimpia desestimaron un contrato vigente con el futbolista y se fue a Motagua para probar suerte. Reapareció en unos amistosos y ahí aparece mágicamente el contrato, retornando al conjunto merengue.
“Yo me quedé con la espinita clavada de jugar en Motagua, para serte honesto. Me encanta también el Real España, Motagua fue una parte importante. Dijeron que Motagua me recuperó pero no fue así”, inició comentando.
Se la jugaron en Olimpia: “Me hicieron una mala pasada de otro lado y la verdad yo quería jugar con Motagua. Mira yo le hablé a Diego Vázquez para que me dejara entrenar con Motagua y él muy amable”.
“Recuerdo que él me dijo ‘sí pero primero arreglá con Olimpia porque hay un pacto de caballeros’ y entonces yo tuve la reunión en el TNAF. Me dijeron que yo podía entrenar con cualquier equipo porque no era parte de Olimpia”, detalló en SB Deportes.
Apareció el contrato: “Cuando Olimpia me ve entrenando me dicen que ‘aquí está el contrato’ cuando antes me decían que no. Sino había que pelear y pararme, hablé con Motagua porque ahí estaba el contrato cuando se suponía que no había”.
“Yo estoy agradecido con Motagua porque yo tenía muchas ganas de jugar ahí y me quedé con esa espina, me siento en deuda con ellos y la verdad Olimpia es parte de mi pasado. Yo nunca le he dado nada a Motagua y ellos sí creyeron en mí”, finalizó.