REDACCI脫N: Marca
Once meses. Desde el 17 de agosto al 16 de julio. Nunca se hab铆a disputado una Liga tan larga, an贸mala y complicada. Por todo. La pandemia de coronavirus ha convertido el t铆tulo 34 del Real Madrid en el m谩s especial, y no s贸lo por las circunstancias. Tambi茅n por la confirmaci贸n de que algunos de los viejos valores blancos (la solidaridad, el sacrificio, el sentido de equipo) convierten a un equipo en campe贸n.
El desaf铆o de Zinedine Zidane era mucho mayor que el que asumi贸 cuando se hizo cargo del equipo por primera vez. Entonces cogi贸 un grupo sin confianza, pero en plenitud. Por edad y por calidad. Sin embargo, la decepcionante (como poco) temporada anterior dej贸 dudas sobre el esqueleto del equipo. Courtois, Marcelo, Modric, Kroos, Bale… El entrenador franc茅s invirti贸 en casi todos ellos y el resultado fue sobresaliente, aunque los inicios no fueron f谩ciles.
Parece lejan铆simo ya aquel 17 de agosto en Bala铆dos, con la expulsi贸n de Modric seg煤n las nuevas normas (se ‘modularon’ tras comprobar con el croata y Jorge Molina que eran excesivas) y el golazo de Kroos a larga distancia. Una victoria sin cotinuidad, porque al equipo le falt贸 consistencia en el primer tramo. Con Gareth Bale y James Rodr铆guez en la plantilla, pese al criterio del entrenador, el Madrid sufr铆a para atar los partidos porque no ten铆a demasiado gol y no estaba ajustado en defensa. En el primer cap铆tulo deb铆an aportar y mucho Eden Hazard y Luka Jovic. Por calidad y por inversi贸n. El primero por las lesiones y el segundo por falta de adaptaci贸n, ninguno tuvo una participaci贸n relevante. En la retaguardia, Ferland Mendy s铆 que aport贸 donde no llegaba Marcelo: rigor defensivo y exhuberancia f铆sica.
La derrota en Mallorca por 1-0 fue una bisagra en la temporada. El tempranero gol de Lago Junior fue un muro aquel 19 de octubre que encendi贸 la indignaci贸n de muchos madridistas por un penalti clamoroso de Salva Sevilla a Brahim no pitado ni revisado por el VAR. Aspecto nada despreciable, dado el desenlace y las acusaciones absurdas en el tramo final. Desde entonces y hasta febrero, el Madrid no volvi贸 a caer en Liga, encadenando triunfos convincentes (3-1 a la Real, 2-1 al Sevilla), igualadas de prestigio (1-1 en Mestalla, 0-0 en El Cl谩sico, con aquellos penaltis a Varane) y alg煤n que otro gatillazo (0-0 ante el Athletic).
El inicio de febrero trajo el derbi, con el Cholo en el Bernab茅u. Un rel谩mpago entre Mendy y Vin铆cius coronado por Benzema, de nuevo l铆der del grupo, acab贸 con la racha intocable del argentino en Concha Espina. No fue suficiente. Pocas semanas despu茅s, el Ciudad de Valencia cosech贸 la segunda derrota blanca. Con mejor juego que en Mallorca, tambi茅n con algo de pol茅mica (manos de Campa帽a). Poca justificaci贸n para otro chasco importante. Esa irregularidad convert铆a en imprevisible el Cl谩sico, con el Barcelona buscando una reacci贸n tras caer en la Supercopa y destituir a Valverde. Seti茅n, ap贸stol del cruyffismo y guardi谩n del estilo, apareci贸 como la amenaza perfecta. Surgi贸 el Madrid de las grandes noches, aplicado para saber sufrir en los momentos de dominio azulgrana y brillante en un segundo tiempo arrollador. Vin铆cius y Mariano sellaron una victoria incontestable para colocar al Madrid en el liderato. Dur贸 una semana. En el peor encuentro del curso, ante el Betis en el Villamar铆n, la derrota por 2-1 devolvi贸 el liderato al Bar莽a y las dudas a los aficionados blancos.
Lleg贸 lo inesperado. El cierre de toda la actividad por la propagaci贸n del coronavirus meti贸 al mundo en sus casas durante dos meses de incertidumbre, terror y muerte. Se baraj贸 la posibilidad de dar por acabada la competici贸n, como se hizo en otros deportes, con el f煤tbol formativo, o en otros pa铆ses. Pero antes de tomar decisiones irrevocables se decidi贸 esperar a la evoluci贸n de la pandemia. El descenso paulatino de contagios permiti贸 recuperar poco a poco la vida, y con ella unos entrenamientos primero individuales, despu茅s en peque帽os grupos, con una fecha que al principio parec铆a irrrealizable: 12 de junio, siempre a puerta cerrada.
Mucho hizo bien el Real Madrid durante esos meses tan duros. A la vuelta de la competici贸n fue el mejor sin discusi贸n. Cont贸 sus encuentros por victorias, con una solidez que no se recordaba. Tuvo medios tiempos brillantes (Eibar, Valencia, Granada), pero sobresali贸 la fortaleza colectiva. Eso s铆, en el esfuerzo global apareci贸 Sergio Ramos como l铆der. El capit谩n se convirti贸 en el defensor m谩s goleador de la historia (suma 20 penaltis consecutivos sin mancha) y fue capaz de trasladar su jerarqu铆a a todos los sectores del campo. A su lado, un bloque irreprochable en fase defensiva, con Courtois, Varane, Carvajal y Casemiro como inseparables. Supieron aislarse del ruido, a ratos insoportable, por las decisiones arbitrales y las acciones revisadas por VAR. Es indiscutible que se agolparon varias favorables a los blancos en las 煤ltimas jornadas. Tambi茅n es irrebatible que todas se ajustaron al reglamento para evitar decisiones que, sin el v铆deo, habr铆an sido injustas.
En lo m谩s interesante, el Madrid mostr贸 fortaleza y versatilidad. Tan pronto gan贸 con extremos como con cinco centrocampistas. El equipo de Zidane mostr贸 que era la mejor plantilla y el grupo m谩s fuerte, f铆sica y psicol贸gicamente. Lo hizo sobre el c茅sped. Se repiti贸 como un mantra en la 茅poca de dominio azulgrana que la Liga corona al mejor. Pues eso es el Real Madrid. El mejor.