REDACCIÓN: El ONCE HN

Una interesante plática sostuvo Pedro Troglio con Diario Diez, alejándose netamente del tema futbolístico y contando una impresionante anécdota con uno de los mejores jugadores de la historia, tal como Diego Maradona.

Todo se dio en una visita a uno de los patrimonios de la humanidad según UNESCO, Jerusalén. Los argentinos conocieron de una forma poca ortodoxa la cultura religiosa que se vive.

Uno de los lugares más diferentes que conoció: “Creo que fue cuando fui a Jerusalén, Israel, Belén. Yo fui al muro de los lamentos y ver cómo la gente es tan dictatorial con su cultura”.

“Recuerdo que un nene estaba rezando y en eso apareció Maradona, el nene se giró a mirar y el papá le pegó un cachetazo en la nuca. A Diego lo tuvieron que calmar para explicarle que era una costumbre porque se lo quería comer vivo al padre”, agregó.

Quedó impresionado: “A mí me cautivó mucho porque fuimos al lugar donde estuvo la cruz de Jesucristo, yo soy católico y conocer esa cultura fue muy fuerte, es extraña, las calles, la vida y se respira un ambiente raro”.

El mejor lugar que ha visitado: “Roatán, por lejos. Yo viví en Italia que es hermosa, pero yo amo la playa y me encanta la montaña”.

“Yo he ido a todas las playas que te puedas imaginar: Cancún, Punta Cana, Isla de Cerdeña, Isla de Capri, Costas Amalfitanas, Montecarlo en Mónaco, pero el día que conocí la playa de Roatán, no se compara con ninguna”, finalizó.