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Cuando el argentino Diego Vázquez llegó en 1997 a Tegucigalpa, a jugar como portero del Motagua, nunca se imaginó que en este club se convertiría en ídolo, no solo evitando goles, sino también como su entrenador.

Como portero disputó las temporadas de 1997 a 2000 y de 2001 a 2002, ganando cinco campeonatos. Al final se convirtió en ciudadano argentino-hondureño, pero no fue portero de la selección de Honduras, como entrenador tiene contrato hasta el 2021. Ha ganado cinco campeonatos, una “Súper Copa” y dos subcampeonatos de la Concacaf League.

Diego Vásquez se define como un entrenador que siempre vive el día a día, que cree y trata “de mejorar, de no conformarse nunca, siempre querer un poco más” y “disfrutar cada día que estamos acá”.

“La verdad que cada día que vengo acá al complejo de Amarateca o estoy con el Motagua dirigiendo un partido, me siento privilegiado por poder vivir de lo que a uno le gusta”, recalcó.