José Almeira Santos se convirtió en la piedra en el zapato de Ramón Maradiaga en el Vida, o al menos desde el punto de vista del entrenador, uno demasiado diferente a lo vertido por el directivo que también se animó a romper el silencio.
En charla con Fútbol A Fondo describió su mala relación con el Primitivo, quien le ponía “pero” a todas sus acciones en pro de los jugadores. Incluso narró el momento cuando conoció, antes que todos, que se iba del puesto al poner su renuncia.
“La única cosa que al Primi le incomodó fue que nosotros diéramos premios por partido a los jugadores, él no quería. Tengo al cuerpo técnico de testigo, al señor Luis Cruz, Jairo Martínez y al doctor. También le molestaba que yo tuviera a los jugadores como amigos”, indicó.
Su comportamiento no es malo: “Usted puede interrogar a cualquier jugador del Vida y todos solo pueden hablar bien de mi, eso le incomodó a él, todos esas cosas que pasaron no sé, porque nunca le falté el respeto, él dijo que fue un desagrado conocerme”.
“Por eso no quería dirigir el partido de nosotros, yo le dije ‘si usted va a renunciar mañana después del partido es preferible que no dirija mañana’, y así fue y me dijo ‘ok, está bien, adiós'”, confesó.
Cosas extrañas: “Nosotros no entendemos cómo el profesor Primi viene de cinco partidos ausente y antes del partido frente a Motagua tuvo un entrenamiento de dos horas que casi mataba a los jugadores. En el partido cambió todo el sistema de juego cuando veníamos con cinco victorias consecutivas”.
“El profesor Maradiaga es una persona rencorosa, no es alguien que dice ‘me equivoqué, tengo que pedir disculpas’, de todos modos, nosotros acabamos de renovar contrato con el profesor Nerlin Membreño que es una persona excepcional y con Leonel Flores. Nosotros estaremos con ellos porque nos dan garantías, pero Maradiaga deberá de pedir disculpas”, sentenció Almeira.