REDACCIÓN: El ONCE HN
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El clásico capitalino en el Estadio Chelato Úcles arrojó una serie de cuestionamientos contra el árbitro Armando Castro, que al final de cuentas tuvo razón en no pitar como penal la accidentada mano de Marcelo Santos.
Los aficionados del Olimpia reclamaron un robo, pero Reynaldo Salinas aclaró que no hubo ayuda para el Motagua en dicho encuentro.
En el programa “Fútbol a Fondo“, el analista arbitral se encargó de aclarar la jugada basado en el actual reglamento de la FIFA.
“Bueno, la realidad es que esa mano son de las que se han venido manejando y que cuando viene de un rebote del pie, del cuerpo o de la cabeza de un compañero, de un adversario o de él mismo, no es sancionable”, dijo Salinas.
Soy Olimpista a morir, sin excusas gano Motagua y ya, solo se pide respeto al adversario, nada más