REDACCIÓN: El ONCE HN
ONCE DEL AÑO | Nacionales
Las puertas de la Selección de Honduras ya habían sido abiertas para jugadores naturalizados, pero lo que ocurrió en este año realmente fue mucho más trascendental que las experiencias anteriores. Reinaldo Rueda prácticamente rompió con los paradigmas en los hondureños.
Para quienes no lo saben, en la Bicolor estuvieron el salvadoreño José León Najarro en la eliminatoria mundialista rumbo a 1962, así como los brasileños Denilson Costa y Marcelo Ferreira, que apenas disputaron un amistoso bajo el mando de Bora Milutinovic.
Sin embargo, lo que ocurrió este año representó sacudir un tema controversial que llevaba dos décadas enterrado, porque, sabiendo las limitaciones de nuestro fútbol, el orgullo no nos permitía ver a un nacido en el extranjero con la camiseta de todos, y fue Rueda que rompió todo eso.
Inicialmente convocó a Jonathan Rougier a un microciclo, lo cual ya era un atrevimiento, sabiendo las críticas que vendrían. Posteriormente, las bajas en la portería, provocaron que el guardameta de Motagua debutara en el repechaje ante Costa Rica en marzo.
Para noviembre también se perdieron algunas figuras por diversas circunstancias, entonces recurrió a Yustin Arboleda, uno de los delanteros más efectivos en la Liga Nacional. Lo hizo debutar ante México por la Liga de Naciones, aportando una asistencia.
En este momento de la historia, Yustin y Rougier quizá no comprenden lo que lograron, porque sea como sea, fueron respaldados por la mayoría.
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