Diario Sport se deshizo en palabras de elogio para el hondureño Anthony Lozano, que debutó en la Liga 123 con una anotación y una asistencia para el Barcelona B.
TEXTO ÍNTEGRO
Menos de media hora tardó el Barça B en dejar claro que si ha regresado a Segunda División es para quedarse. Ese fue el tiempo que tardó el ‘Choco’ Lozano en marcar el primer gol de la temporada. Al hondureño se le fichó para que aportara gol y en Zorrilla demostró que, además de ver portería, también puede ser un magnífico asistente.
El delantero fue el hombre más determinante en un estreno redondo que se coció en la primera parte pero que pareció peligrar en el inicio de la segunda, cuando el Valladolid recortó distancias y coqueteó con el empate a dos. Con máxima entrega, el filial resistió y sumó los primeros tres puntos de la temporada.
Como preveía el guión, los locales arrancaron el encuentro dominando, aunque el Barça se sacudió rápidamente los complejos y subió las líneas de presión. Fue gracias al atrevimiento de Lozano que llegó la primera gran ocasión del partido. El hondureño le robó la cartera a Masip pero Vitinho, a puerta vacía, no acertó desde lejos.
Poco después llegó el 0-1. Una gran asistencia al espacio de Galarreta la aprovechó Tarín para ganar la línea de fondo y poner el gol en bandeja al ‘Choco’ Lozano. Reaccionaron entonces los locales con un par de llegadas peligrosas por medio de Míchel, pero el filial volvería a dar el golpe antes del descanso. Lozano se hizo un sublime autopase ante Guitian y asistió a Cardona, que aprovechó el pase de la muerte para ratificar su interminable idilio con el gol.
Si los de Gerard tenían el partido controlado, la tranquilidad se evaporó en un visto y no visto tras el descanso. En el minuto 51, Nacho bajó un centro al segundo palo y la puso rasita al corazón del área para que, en semifallo, Ibán Salvador batiera a Varo.
El 1-2 fue el inicio de un cuarto de hora de total asedio por parte de los vallisoletanos. El balón pasó a durarle nada y menos a los de Gerard, que se libraron del tanto de la igualada en varias ocasiones. Las más claras estuvieron en las botas de José y, sobre todo, Nacho, cuyo obús a bote pronto salvó el meta azulgrana con un paradón de aquellos que dan puntos.
En el tramo final de partido, el filial recuperó el pulso y aunque prácticamente ya no pisó el área de Masip sí logró defenderse con la posesión. Desquiciados, varios jugadores del Valladolid se jugaron la expulsión con feísimas entradas merecedoras, como mínimo, de color naranja. En el desucento, eso sí, los culés sufrieron un constante acoso para acabar cosechando una primera e importantísima victoria de prestigio.