En esta ocasi贸n nuestra columna de opini贸n no ser谩 un argumento cr铆tico, nos enfocaremos en la estad铆a de Ronaldinho en nuestro pa铆s y lo emotivo que fue este hito para el f煤tbol nacional.
Tener un crack como el brasile帽o no es de todos los d铆as. La fiesta que se vivi贸 en el Estadio Nacional de Tegucigalpa demostr贸 muchas cosas que cre铆amos perdidas para este deporte en Honduras.
La forma como interactuaron aficionados del Real Espa帽a y Motagua disfrutando de este agradable momento nos hizo voltear la mirada al pasada, tratando de recordar un hecho como el del domingo donde la afici贸n se uni贸.
Las 煤ltimas veces que se ha visto tal armon铆a en un estadio hondure帽o es para los encuentros de la Selecci贸n, que logr贸 clasificar a los mundiales de 2010 y 2014.
Apartando esos casos especiales, nuestro f煤tbol se manch贸 con acontecimientos bastante grises: peleas entre aficionados, muertos por lucha de barras, colisiones m煤ltiples, entre otros.
La violencia que impera en la sociedad catracha ha alejado a帽o con a帽o a todo los amantes del deporte rey de las instalaciones, priv谩ndolos de apoyar nuestra Liga.
La visita de Dinho parte la historia en el f煤tbol de Honduras, deja atr谩s esos actos negativos relacionados al mismo, vislumbra un futuro brillante de cara a los pr贸ximos torneos nacionales.
Ver tremenda demostraci贸n de hermandad entre hinchas aurinegros e hinchas azules nos confirma la nobleza de la afici贸n, nobleza que nos hace recapacitar que todo puede cambiar y cuando nos lo proponemos convertimos el f煤tbol en un esp茅ctaculo sano y de PAZ.
Quiz谩 los resultados no sean tan inmediatos e impactantes, pero Ronaldinho Gaucho puede estar feliz por su paso en HONDURAS, el juego donde mostr贸 su magia, verdaderamente podr谩 traer la PAZ.