REDACCIÓN: Marca
TODOS LOS RESULTADOS
Real Madrid 2-2 Brujas
Tottenham 2-7 Bayern Múnich
Juventus 3-0 Bayer Leverkusen
Galatasaray 0-1 PSG
Lokomotiv 0-2 Atlético
Man. City 2-0 Dinamo Zagreb
Atalanta 1-2 Shakhtar
Estrella Roja 3-1 Olympiacos
REAL MADRID SE ESTRELLA EN CASA
La Champions, la gloria eterna del Real Madrid, se convirtió en un inesperado infierno blanco. Un primer acto pésimo, jugado al ralentí ante un rival que aprovechó sus ocasiones con habilidad y fortuna, obligó a una remontada que no se completó. Y no fue por falta de intensidad, sino de juego, de ideas. Un punto en dos jornadas es un arranque impropio de un equipo campeón. Si aspira a pasar debe ganarlo todo. O casi.
En medio tiempo calamitoso el Madrid destrozó todo lo que había ganado desde la debacle de París. Se pueden buscar culpables individuales, desde Lucas a Courtois pasando por Modric, pero si se había recompuesto como equipo claudicó como tal. La Champions que parecía tan sencilla no hace mucho subrayó todas las carencias del Madrid que salió confiado, moviendo la pelota con parsimonia, envejecido, y recibió un castigo tremendo. El Brujas, ordenado y vertical, se fue al descanso 0-2 porque convirtió dos de sus tres remates a portería.
Zidane metió a Modric de inicio y rescató su centro del campo. No fue el día del croata, pero es que desapareció el Madrid de las líneas juntas y el sacrificio defensivo. Así llegó el primer tanto, con Carvajal fiando la espalda, Ramos arriesgando en el fuera de juego y Varane sin cerrar. Metió Vanaken, sirvió Tau y Bonaventure, al intentar controlar, se tropezó y marcó. Anuló el asistente, pero el VAR revisó la jugada y concedió el tanto.
No se alteró mucho el Madrid, aunque Ramos subió el rito y la línea. Pudo pesar el Brujas en una arrancada desde mediocampo. Mientras, en ataque el Madrid empezaba a llegar sin puntería. Mignolet, que en el Liverpool era como Karius, metió una mano imposible en un cabezazo de Benzema. Y a Kroos se le fueron dos remates por centímetros. Pero en un exceso de confianza de Modric en la medular robó Bonaventure, encaró a Courtois, se tropezó y al reponerse tiró un globito perfecto que derrotó a Courtois. Hay que creer en Brujas.
El Bernabéu pagó la frustración con Lucas y Courtois. Empezó a calentar Areola y el personal aplaudió el cambio en el descanso. Toda la apatía del primer acto se convirtió en electricidad en el segundo. Ingresó también Marcelo, y el Madrid invocó a todos sus espíritus pasados, presentes y futuros. El acoso blanco ofreció llegadas de Kroos, Lucas o Hazard, pero fue Ramos quien descontó pronto. En un centro desde la derecha cabeceó sin oposición. El linier que había anulado el 0-1 volvió a levantar la bandera, y el VAR corrigió de nuevo. Olía a remontada.
No aprovechó el arreón el equipo blanco, y Areola apareció como un coloso para negar el tercero de Bonaventure. Clement, técnico belga, movió el banquillo y adelantó líneas para dificultar la salida blanca. Muy cansados, a los blancos les costó más de un susto rebasar la medular. El caso es que pasaban los minutos y ni la entrada de Vinícius rompía el equilibrio. Recompuesto, el Brujas aprovechó los espacios para sacarse el sofoco de encima, y el Madrid no conectaba ni en corto ni en largo.
Cuando todo apuntaba a tragedia, con el Brujas cómodo, Vormer cometió una imprudencia inesperada. Vio dos amarillas consecutivas, la segunda con una falta en linea de medios, y en el lanzamiento de Kroos fue Casemiro quien cabeceó cruzado, batiendo a Mignolet. Cinco minutos más añadido para un milagro, de esos que construyen la leyenda del Rey de Europa. Pudo aprovechar Ramos una cantada de Mignolet, pero esta vez se escapó la remontada y, con ella, se acabó el margen de error blanco. Para seguir vivo en la Champions tendrá que meter más intensidad pero, sobre todo, más fútbol.
BAYERN ARROLLA AL TOTTENHAM
El Bayern se divirtió con el subcampeón. El Tottenham fue un muñeco en manos de un gigante bávaro que le aplastó en su casa. Un siete histórico (2-7). Un rodillo que se llevó por delante en el segundo acto a unos ‘spurs’ que sufrieron un revés histórico. Lloris recogió de su portería cinco balones en la segunda parte. Tres del minuto 83 al 88. Un ‘meneo’ total. El terremoto de mayor dimensión recibido por un club inglés en Europa. Los de Pochettino no habían recibido siete tantos en su casa en sus 137 años de vida. Un K.O. de época con un ‘protagonista’ conocido en el norte de Londres.
Desde su adolescencia, Serge Gnabry llevaba tatuada en su piel la rivalidad con el Tottenham. El extremo alemán creció en la factoría de Hale End sin minutos ni oportunidad con los ‘gunners’ pero viviendo con intensidad los choques ante el Tottenham. Tony Pulis dudó de su nivel en el West Bromwich… y se vengó en territorio Premier. El alemán tuvo que dejar la Premier… y en su vuelta a Londres masacró a los ‘spurs’. Hizo cuatro goles en su derbi particular en un segundo tiempo de gloria bávara y depresión inglesa.
Fue el epílogo de un pim, pam, pum de dibujos animados. Tottenham y Bayern se retaron en el césped cual púgiles. La velada en el norte de Londres estuvo llena de ganchos, golpes curvos, directos… con Lloris recibiendo crochet tras crochet. Un combate lleno de goles que el conjunto bávaro ganó por K.O. Por ‘muerte’. Los ‘spurs’ se rebelaron pero no consiguieron levantarse de la lona. Una derrota dolorosa, que traerá consecuencias, que está convirtiéndose en familiar en este arranque de temporada.
El conjunto de Pochettino ha vuelto a la realidad de forma brusca. La final de la Champions es ya un recuerdo lejano en el Tottenham. El Wanda y sus gestas europeas se difuminan cada vez que caen en la Premier o en Europa. Un inicio irregular, con la eliminación ante el Colchester de Cuarta en Copa de la Liga y la goleada del Bayern como puntos negros, que hace tambalearse su proyecto.
Y eso que Son adelantó al Tottenham. Un espejismo. El conjunto de Kovac respondió al instante con un misil de Kimmich. En el ida y vuelta, los ‘spurs’ no concretaron y se abrieron dejando una autopista de cuatro carriles al Bayern. Lewandowski les castigó antes del descanso. Firmó un doblete con el que suma 14 goles en 10 partidos esta campaña. Ya está entre los ‘tótems’ de la Champions.
La primera manga que se llevó por 1-2 el campeón de la Bundesliga fue la antesala del destrozo alemán, que por el camino perdió por lesión a Alaba y Boateng. Thiago se gustó de lanzador. Gnabry hizo dos goles supersónicos tras el descanso, Kane recortó distancias desde los 11 metros y el Tottenham se lanzó a por el empate. Intentó comprimir el partido y la distancia se agigantó. Se convirtió en un mundo. Adelantaron la defensa los ‘spurs’ y sus torres se cayeron. Un siniestro total. Y en ese ecosistema, Gnabry se hinchó. Sus carreras dejaron petrificado a Lloris. Un ‘póker’ para el recuerdo. Se llevó el balón a Múnich tras lucir velocidad y músculo en Londres. Una humillación al subcampeón. Un golpe sobre la mesa. En 2014 salieron del Olímpico por la puerta grande tras un 1-7 a la Roma. Repitieron en las Islas. Otra exhibición. Una borrachera de goles en pleno Oktoberfest con la que suben al grupo de los candidatos a la ‘Orejona’. El Bayern ha vuelto.
JUVENTUS SE AFIANZA CON TRIUNFO
https://www.youtube.com/watch?v=oaWWIJizdJk
Las dos caras de la Champions League las ha comprobado la Juventus en sus dos primeros partidos de la actual fase de grupos. Si en el partido inicial los de Sarri vieron como un gran Atlético de Madrid les igualó un 0-2 en el Metropolitano, en su estreno en casa esta temporada en Europa, ante el Bayer Leverkusen, tuvieron un partido plácido que resolvieron con facilidad gracias a los goles de Higuaín en el 17′, de Bernardeschi en el 61′ y de Cristiano Ronaldo en el 88′ . Cuatro puntos en seis partidos que dejan a los de Turín líderes, igualados con el Atlético de Madrid.
El nuevo proyecto que dirige Sarri tiene entre ceja y ceja la consecución de la Champions League. Y poco a poco este equipo está empezando a comprender los nuevos mecanismos que el técnico italiano está intentando imponer. Todo se complica un poco más si Cristiano Ronaldo tiene uno de esos partidos en los que al portugués no le entran con facilidad…pero la película al final siempre suele tener el mismo final: gol del portugués.
El tanto de Cristiano, que cerró el partido, convirtió al Leverkusen en 33ª víctima en Champions League, igualando el récord de la competición de anotar a más equipos diferentes, hasta ahora en posesión de Raúl. Otro récord más que iguala el de la Juventus… con su primer tanto de la competición 2019-20.
Mención aparte también merece Bernardeschi. El talento de la Juventus no anotaba desde enero ante el Bolonia en Copa de Italia y ha podido quitarse la losa del gol ante el Leverkusen… 56 disparos a portería después, sin premio.
La Juventus se paseó en casa ante un Leverkusen que cierra la clasificación del grupo con cero puntos.